Se caracterizan por su gran tamaño, con enormes hojas, y muy grandes y con frecuencia inusualmente coloridas flores, que se han ido seleccionado naturalmente en adaptación a las condiciones de tiempo severo de las islas.
James Clark Ross usa por primera vez el término "megahierba" durante la expedición antártica de 1839-1843.
Joseph Dalton Hooker, el botánico de la expedición, narra que dichas megahierbas producen «un despliegue floral como si se estuviera en los trópicos».
Las megahierbas crecen junto a otras plantas, como hebes, dalias, gentiana: Gentianella cerina (gentiana gigante), con altura de 15 cm y flores de 2,5 cm, variando de colores blanco, rosa pálido, rojo y púrpura; Gentianella antarctica, Gentianella concinna, ambas con flores rosa rojas.
de Conservación Neozelandesa para remover todas las especies introducidas, y en 1993 se completó la tarea.
La velocidad y extensión de la regeneración en 1996, apenas tres años después, asombra a los botánicos visitantes.
Debe notarse que los especímenes legalmente recolectados y creciendo en los jardines Botánicos de Invercargill en la isla sur de Nueva Zelanda parecen enfermos y decaídos comparados con las poblaciones silvestres.