En teoría, el límite físico del silicio, como material actual de integración ronda los 10 GHz aunque este sistema ya está quedando obsoleto por la salida de nuevos cpus.Otras componentes, como la memoria RAM o la VRAM y la unidad de procesamiento gráfico también operan a diferentes frecuencias, habitualmente también del orden de megahercios, aunque estas especificaciones técnicas eran menos anunciadas por los vendedores de ordenadores que la frecuencia del microprocesador, por su menor gancho comercial.Ya AMD había comenzado a utilizar número que no indicaban la frecuencia del procesador, sino su rendimiento comparado, y los Power Macintosh con procesadores más lentos batían tranquilamente en rendimiento a PCs com micros tres veces más rápidos.Ambos factores combinados hacen que hoy en día se viva una carrera de los núcleos donde se publicita el número de núcleos incluidos en la CPU sin detallar si son gráficos o generales, soslayando muchas veces la información sobre la velocidad.Lo más adecuado para medir con seguridad el rendimiento es realizar un banco de pruebas o benchmark.