Según lo que se quiera hacer crecer, el medio requerirá unas u otras condiciones.Generalmente se presentan desecados en forma de polvo fino o granular antes de ser preparados; ya preparados pueden encontrarse en estado sólido, semisólido o líquido.El objetivo último del cultivo es variado: antibiograma, identificación, multiplicación.[1] Un medio de cultivo debe contener los nutrientes mínimos para establecer un medio que contenga solamente los componentes necesarios para el crecimiento[2] y debe estar exento de todo microorganismo contaminante.Generalmente, tras analizar un cultivo, se realiza un conteo bacteriano, con el fin de saber cuál es la densidad de población microbiana que se encuentra en el medio.