Mediación de Trautmann
[3] A comienzos de diciembre de 1937, caída Shanghái en manos japonesas y aprobado por el alto mando japonés el siguiente ataque a la capital china, Nankín,[4] comenzaron las conversaciones de paz secretas entre los dos Gobiernos con la mediación del embajador alemán en China, Trautmann.[5] Chiang solo impuso como condición para comenzar las negociaciones el respeto a la integridad territorial china.[6] Los mandos medios del Ejército nipón, influidos por las continuas victorias militares, exigieron el endurecimiento de las condiciones presentadas originalmente, que las convertían en la práctica en la exigencia de una rendición incondicional china.[6] El propio embajador alemán indicó que las nuevas condiciones tenían pocas probabilidades de ser aceptadas por las autoridades chinas.[7] La respuesta china a la nueva propuesta japonesa se fue retrasando, lo que ofreció a los más extremistas del bando japonés la oportunidad para exigir la ruptura de las conversaciones.