Media inglesa

[1]​ Esta fórmula, considerada la clave del éxito en Inglaterra, de ahí deriva su nombre, se puso de moda en tiempos en los que la victoria era recompensada con dos puntos y la igualdad, al igual que hoy, con uno.

Así, sabiendo que tu equipo en cuestión es fuerte de local y que por lo general gana esos partidos, en esta instancia saldrá a atacar y si logra el triunfo aseguraría el 50 % de los puntos en disputa en el enfrentamiento global (de ida y vuelta).

En caso de no ganar de local y conseguir solo un empate, empatando también el encuentro de visitante se logran dos puntos al igual que el rival, es decir que siempre se suman puntos y en ningún caso el rival te supera en la cosecha de puntos obtenidos en el resultado global.

Es muy importante la regularidad, porque si se mantiene a largo plazo el equipo termina peleando el campeonato en una liga de larga duración.

[2]​ La media inglesa también es imperfecta en el sentido de que, en los campeonatos largos, el equipo que intenta practicarla es proclive a dejarse perder puntos valiosos merced a la especulación de los partidos de visitante.

La media inglesa favorece a los equipos que se hacen fuertes en sus propios estadios.