Ejerció varios empleos hasta que su tío, el fotógrafo Tufic Yazbek, lo ayudó a entrar al mundo artístico.
A partir de esa película, adoptó el apellido artístico «Garcés» por considerar que la letra G podría traerle buena suerte y convertirlo en una estrella del calibre de sus artistas admirados; Clark Gable, Gary Cooper y Cary Grant.
Asimismo, hizo teatro en obras como Vidas privadas, No me manden flores, Vidita Negra, y La Luna Azul.
Al notar que tenía un futuro como comediante, llevó su trayectoria hacia el lado de la comedia, creando el personaje de un hombre elegante y galante que lo ayudó a consagrarse como histrión, debutando con el mismo en la cinta Don Juan 67 de 1966.
En 1978, protagonizó la película No Tiene La Culpa El Indio, y también estelarizó en teatro la obra Hola Charly.