Un poco antes de 1710, fue en una visita a Praga y poco después se instaló en Bohemia, donde encontró a la que sería su esposa y numerosos amigos.
Obtuvo numerosos encargos para órdenes religiosas y la nobleza checo-alemana.
Padre de cinco hijos, ninguno se hizo cargo del taller al fallecer en 1738.
Su obra más célebre es, sin duda, la serie alegórica de los vicios y las virtudes en el hospital de Kuks en Bohemia, encargo del conde František Antonín Špork.
En el parque de dicho hospital también esculpió cuarenta grandes estatuas y otras figuras directamente en piedra arenisca.