Estaba bajo el mando del Capitán John Thompson y llevaba aproximadamente 70 personas a bordo.
[4] Alexander Berry, en una carta que describía los eventos, dijo: "El capitán actuó algo apresuradamente en castigar un pequeño robo".
Tres días después de la llegada del Boyd, los maoríes invitaron al capitán Thompson a que sigan sus canoas para encontrar árboles kauri apropiados.
Thompson, su primer oficial y otros tres siguieron las canoas hasta la entrada del río Kaeo.
Los maoríes les quitaron todas las ropas occidentales a las víctimas y un grupo las usó como disfraces.
El primero en morir fue un oficial del barco; los atacantes luego se escabulleron por un costado de la cubierta, matando a toda la tripulación mientras pasaban desapercibidos en la oscuridad.
Mientras que los sobrevivientes se escapaban a lo largo de la playa, Te Pahi observó como todos menos uno fueron alcanzados y matados por quienes los seguían.
Cinco personas sobrevivieron a la masacre: Ann Morley y su bebé, en un camarote; el aprendiz Thomas Davis (o Davison), quien se ocultó en la bodega; el segundo oficial; y Betsy Broughton de dos años, quien fue llevada por un jefe local que puso una pluma en su cabello y se la quedó por tres semanas antes de que la rescataran.
El segundo oficial fue muerto y comido cuando ya no lo necesitaron para fabricar anzuelos.
Pasaron varios días saqueando la nave, arrojando harina, salmuera, y botellas de vino por la borda.
El jefe Piopio encendió una piedra de fusil, prendiendo así la pólvora y causando una explosión masiva que lo mató a él y a otros nueve maoríes en forma instantánea.
Berry rescató a los cuatro sobrevivientes, Ann Morley, su bebé, Thomas Davis (o Davison) y Betsy Broughton.
Su objetivo era el Pā de Rangihoua, que le pertenecía al Jefe Te Pahi, el jefe que aparentemente trató de rescatar a los sobrevivientes del Boyd y luego los vio morir.
[2] Los viajes en barco a Nueva Zelanda "cayeron hasta casi cero" durante los tres años siguientes.
Este último autor, un australiano, dice ser descendiente de la sobreviviente del Boyd, Betsy Broughton.