Los supervivientes del primer ataque huyeron corriendo por la avenida Río Branco, siendo perseguidos durante aproximadamente un kilómetro por los vehículos de los atacantes.En esta segunda andanada murieron otros dos niños y un mendigo que se encontraba en las proximidades.Durante las investigaciones se descubrió que los disparos fueron efectuados por policías, y varios oficiales fueron acusados de ser los responsables.Se desconoce el número de supervivientes que permanecen vivos hoy en día.[4] Enfrente de la iglesia se encuentra un pequeño monumento que recuerda la masacre.