Martin Gilbert, describe los hechos en su libro La Segunda Guerra Mundial (vol.La matanza terminó cuando Hitler ordenó que los civiles capturados fueran enviados a campos de concentración o empleados como trabajadores forzados.Los alemanes siguieron ejecutando en el acto a todos los insurgentes capturados hasta mediados de septiembre.Los principales artífices de las atrocidades cometidas en exceso fueron Heinz Reinefarth y Oskar Dirlewanger.Tras el fin de la guerra Dirlewanger fue capturado y torturado hasta la muerte por policías militares polacos, pero Reinefarth nunca fue juzgado ni imputado.
Fosas comunes de posguerra. Cada una de ellas contiene los restos de docenas de personas no identificadas, la mayor parte civiles, asesinadas en la masacre de Wola.