En 1995 se convierte en becaria de la Fundación Ashoka, por lo que su labor comienza a tener reconocimiento y proyección internacional, sumándose pronto el US Fish and Wildlife como el primer donante internacional a su proyecto.
A la par de su labor como Directora del área protegida, se convirtió en coordinadora de un proyecto de escala completa del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF) administrado por el PNUD y la CONANP en asociación con el Grupo Ecológico Sierra Gorda entre 2001 y 2008, e invitada la Schwab Foundation, como miembro de la Iniciativa Social del Foro Económico Mundial a participar en varias ediciones del mismo, lo que incrementó de manera notable su visibilidad internacional y los temas ambientales y sociales en dicho foro.
Tiene una activa presencia en foros nacionales e internacionales de primer nivel como oradora, compartiendo su experiencia y en una constante interlocución con una variedad de personalidades y líderes mundiales.
Las montañas de Sierra Gorda resultan ser un laboratorio único a nivel continental por su extraordinaria ecodiversidad.
En la región se encuentran 638 localidades con casi 100,000 habitantes con limitadas opciones productivas, por lo que la capacitación, diversificación productiva con opciones amigables para la biodiversidad y muy importante, el valorizar económicamente la infraestructura natural y belleza escénica de la zona con retornos económicos a sus habitantes se ha tornado en una prioridad para su labor, buscando consolidar una "economía de la conservación" Su labor se ha caracterizado por su postura apolítica, trabajando desde la sociedad civil, siempre sirviendo como puente entre la realidad socioeconómica de la zona y los tres niveles de Gobierno, fundaciones y organismos nacionales e internacionales, acercando procesos y financiadores, acortando curvas de aprendizaje y trabajando con una visión de largo plazo, que acompaña a las comunidades y micro-empresarios locales hasta concretar procesos.