[2] Nacido en el barrio madrileño de Vallecas, se trasladó con su familia a vivir a Sevilla cuando contaba doce años.
[3] Allí se casó y tuvo durante toda su vida como compañera de espectáculo a la trianera, Juana la del Revuelo.
Juntos formaron pareja donde Martín cantaba y bailaba.
[2] Aunque una enfermedad en la garganta hizo que perdiera la voz, siguió en el espectáculo con su mujer, y más tarde con su hijo, el guitarrista Martín Chico, acompañando las interpretaciones con el compás de palmas y el son.
[4] Ese ritmo fue muy apreciado también por otros cantaores y bailaores con los que trabajó como los del grupo Los Bolecos (Farruco, Matilde Coral y Rafael el Negro) o Antonio el Chocolate.