Tan solo cinco años más tarde, en 1988, se doctoró en historia contemporánea por la Universidad de Oxford.
Un tema que Mazower muestra constantemente a lo largo de su libro es el papel instrumental que las grandes potencias jugaron cuando se fundaron los sistemas internacionales, así fuera las Naciones Unidas o la Liga de las Naciones.
En el siglo pasado, grandes potencias como los Estados Unidos y Gran Bretaña, invirtieron en la creación de cuerpos internacionales como las Naciones Unidas, la Liga de las Naciones, la Unión Europea y el Banco Mundial.
Mazower expone cómo las instituciones internacionales se han visto limitadas por la agenda política de las grandes potencias.
Asimismo, tiene como base el "Atlantic Charter" firmado por Roosevelt y Churchill en época de guerra.
Más allá de las sociedades internacionales cuyo objetivo era fomentar la paz, el siglo XX se llenó de organizaciones especializadas en economía y temas sociales; así como en Bretton Woods se creó el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional.
[2]" Para Mazower, el neoliberalismo, fue la herramienta principal para la creación de instituciones internacionales así como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial; al final, implementar políticas con objetivos de reducir los gastos públicos y privatizar empresas.
El sueño no es nada nuevo, encontrar mecanismos que impulsen la comunicación y las relaciones entre los Estados a nivel global.
Aprovechando las secuelas de la guerra, derivadas del totalitarismo, Estados Unidos lideró el auge del orden liberal de la posguerra; se quería evitar que surgieran nuevos totalitarismos, por lo que fue respaldado por las grandes potencias.
[4] Usualmente, como instrumentos para guiar la política exterior se utilizaba el pragmatismo y el verdadero realismo en conjunción con las instituciones internacionales.
Se podría decir que Mazower ve a los Estados Unidos como el obstáculo para el desarrollo pleno de las Naciones Unidas, ya que solo le importa utilizarla para cumplir con su agenda política, y no realmente para el bienestar global.
Estados Unidos, un imperio con objetivos de mantener la seguridad, perjudicó al tercer mundo.
Así, “El mundo colonial debía rehacerse por completo a imagen y semejanza de la modernidad definida por los estadounidenses”.
Muchas de las nuevas reformas impulsadas por los Estados Unidos, sin embargo, tuvieron repercusiones tanto positivas como negativas.
"La idea de gobernar el mundo se está convirtiendo en el sueño de ayer";[7] Mazower concluye que el vacío en la Organización Mundial del Comercio, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional cada vez esta más ocupado por los “expertos y los autorreguladores con intereses propios”.
Tan solo un año después, en 2002, la misma obra sería premiada con el German History Book Prize.
En 2008, su obra Hitler’s Empire: How the Nazis Ruled Europe fue galardonado con el LA Times Book Prize for History.