La hinchada lo adoraba por su calidad y viveza a la hora de jugar al fútbol, así como por su entrega durante los partidos.
Fue vendido al Real Oviedo, en 1991, donde demostró toda su calidad y fue una estrella del equipo.
Estuvo en la mejor etapa del Real Oviedo e incluso participó en 1991 de una Copa UEFA.
Pasada la primera mitad de la temporada 2003-04, dimitió y fichó por el Ceahlaul Piatra Neamt.
En el verano de 2010, presentó su dimisión y dijo que viviría durante unos años en España, con su familia.
Sumado a este palmarés, marcó el gol 700.º de la selección rumana en toda su historia.