La etimología de la denominación genérica Morpho proviene del griego morfo, morfous, un sustantivo poético femenino que designaba antiguamente a Venus.
Se distribuye en especial en selvas marginales y bosques semixerófilos, en el centro-este de Sudamérica.
Es habitual encontrar grupos de ejemplares machos persiguiendo en vuelo a una hembra e intentando copularla.
Presentan llamativas tonalidades aposemáticas, muy distintas a la del adulto: rojas a naranjas en los pelos cortos (no urticantes), blancas en largos mechones de los flancos y el dorso, y negras en una línea dorsal sobre la cual muestra puntos dorados.
Sus larvas son procesionarias y gregarias, durante el día se agrupan formando sobre la corteza de los troncos de la planta huésped o directamente colgando, vistosos ramilletes rojos, buscando con la asociación una mayor protección frente a los predadores.
En el año 1944 el entomólogo Bourquin propuso que se declare oficialmente en la Argentina a esta mariposa el lepidóptero nacional.
Los escasos remanentes forestales nativos, tanto los de selvas marginales como los de talares, están siendo invadidos por especies vegetales exóticas, que terminan por desplazar a las plantas nativas, impidiendo a esta mariposa encontrar plantas para que se alimenten sus larvas.