Mario Brenta

Sus primeros largometrajes se caracterizan por ser retratos de la marginación provocada por el sistema, como son Vermisat (1974), sobre un campesino en paro y enfermo, y Maicol (1989), sobre un niño solitario hijo de emigrantes, que parece huir del mundo.Maicol (1988), participa en la sección oficial del festival de Cannes, al igual que Barnabo delle montagne en 1994.Además, se suma a la escuela iniciada por este, Ipotesi cinema.Como su maestro Olmi, Brenta también ha colaborado con cadenas de televisión como la italiana Rai o las francesas Arte y France 2.Este periodo se caracteriza, a diferencia del realismo de sus primeros filmes, por un discurso más cercano a la poesía.