Mario Amaya (actor)

Estuvo casado con la actriz Chola Méndez.

Llegó a Buenos Aires desde su provincia natal para trabajar como cantor folklórico y alcanzó gran popularidad en el programa radial Chispazos de tradición al comienzo de la década de 1930.

En varias oportunidades los elencos de los radioteatros salieron de gira para que los oyentes pudieran ver a los personajes que escuchaban a través de la radio.

Sus historias, que estaban basadas en payadas, folletines y sainetes, fueron representadas en vivo en teatros de todo el país.

[5]​ Trabajó en cine a partir de la década de 1950 y entre sus papeles se recuerda especialmente la labor cumplida en el filme Cerro Guanaco (1959).