[1][2][3] Chapman afirma que cuando tenía aproximadamente cinco años, la sacaron de su aldea (cuyo nombre era demasiado joven para haber aprendido) y luego la liberaron por una razón que no entendió; pasó los siguientes años siguiendo a los monos capuchinos, hasta que los cazadores la rescataron, momento en el que ya no tenía lenguaje humano.
Según Chapman, más tarde fue vendida a un burdel en Cúcuta, luego vivió en las calles y luego se convirtió en esclava de una familia mafiosa.
[4] Una vecina, Maruja, le rescató de su difícil situación.
Posteriormente, escribió su autobiografía, La chica sin nombre, con la ayuda de su hija Vanessa; fue rechazada por varios editores porque creían que no era auténtica.
[5] National Geographic creó el documental Woman Raised By Monkeys.