Marie Doro

Después de una breve y fracasada carrera como bailarina, su fama comenzó al interpretar en teatro obras como Oliver Twist en 1912, dirigida por Charles Frohman.

Charles Chaplin participaba en Sherlock Holmes, una adaptación para el teatro, cuando se enamoró de la actriz, quien daba vida al personaje principal femenino.

[2]​ Fue entonces cuando tuvo una corta unión con Elliot Dexter, actor también de cine mudo, con el cual según se dijo en su época, su relación era meramente profesional.

Marie Doro compaginaba su amor por la actuación con su cada vez más evidente misticismo.

Estudió religión en el Seminario Teológico de Nueva York, y su espiritualidad la fue apartando cada vez más del mundo del cine, llegando a recluirse, hasta que poco a poco también comenzó a evitar amistades, por lo que cambiaba de hotel hasta cuatro veces en una semana.