En su infancia, mientras cuidaba del ganado paterno, tuvo algún encuentro con lobos, como le gustaba recordar.
En su adolescencia siguió la carrera eclesiástica, estudiando en el Seminario Diocesano de León y licenciándose en Filosofía en 1957.
[2] Su enseñanza y su pensamiento en el período salmantino han estado consagradas principalmente a la filosofía de Hegel del cual ha llegado a ser uno de los más brillantes estudiosos en España.
Con su docencia contribuyó a renovar decisivamente los estudios de metafísica.
Su magisterio ha producido una pléyade de discípulos, que han desarrollado sus propias investigaciones filosóficas en varios campos y desde enfoques metodológicos dispares.