Este enfrentamiento obligó a la separación de las actrices en compañías diferentes y duró hasta el año 1763.
[3][2][4] Su éxito le permitió establecer compañía propia en Madrid.
[3] Se retiró de la escena en 1787, al morir su marido.
Se estrenó la obra en Madrid por la compañía de María Hidalgo.
Aunque no es una pieza literariamente relevante, sí que es quizá reflejo de la desenvoltura que Mariana Alcázar desplegaba en el escenario.