Maria Wine

Tuvo una infancia infeliz: a los cuatro años, su madre la dejó en el orfanato Jægerspris, donde la golpearon y enfermaron.

El parque Maria Wine en Råsunda lleva su nombre en su homenaje y presenta un busto de la escritora realizado en bronce por Britt-Marie Jern.

Aunque su lenguaje visual a veces parece banal, su poesía deriva su fuerza de la sinceridad comunicada con éxito.

En Man har skjutit ett lejon, Wine cuenta los años que pasó en el orfanato y con sus padres adoptivos en Copenhague, y en Munspel under molnen ('Armónica bajo las nubes', 1956), describió sus viajes a diferentes partes del mundo.

[8]​ Maria Wine, quien en su autobiografía Minnena Vakar (1994) relató la historia de su vida con Artur Lundkvist, se inspiró en el movimiento primitivista.

[9]​ "Fuiste tú quien despertó al poeta dormido dentro de mí", escribe Wine en Skuggan av molnet (1984).

Busto de Maria Wine en el parque que lleva su nombre.