A los veinte años se casó con Jarosław Konopnicki.El gobierno zarista acusó a su esposo de guardar armas de los rebeldes del Levantamiento de 1863 en su casa, pero felizmente la pareja logró cruzar la frontera e irse a radicar a Dresde y Viena por un tiempo.Escribió libros para niños, algunos cargados con un toque mágico como Sobre los enanos y la huerfanita Marysia (“O kransoludakch i sierotce Marysi”) o el poema Buscando bayas (“Na jagody”) y otros como Sobre Juanito, el viajero (“O Janku wędrowniczku”).Entre los más conocidos están “Nuestra yegua” (“Nasza szkapa”), “Dym” (“El humo”), ambos relatos de denuncia social, “Mendel Gdański” (“Mendel de Gdańsk”), relato que denuncia el antisemitismo en Polonia, “Las personas y las cosas”, (“Ludzie i rzeczy”), relato de corte sicológico y muchos otros más.Tradujo literatura del alemán, italiano, francés, inglés y checo al polaco.