Cuando apenas tenía tres meses de vida su padre falleció y su madre, con dos niños pequeños, regresó a Ochagavía.
Con doce años, Mari Carmen Goñi comienza a destacar por su voz y dicción.
Compaginó la música con el arte dramático y, tras ganar un premio de declamación, comenzó a trabajar en Radio Intercontinental como locutora.
María del Carmen se mantuvo en el programa durante todos los años de emisión del mismo, creándose una imagen identificada con unas grandes gafas de colores, y granjeándose una popularidad que se mantuvo durante años.
También se dedicó a hacer doblaje en los estudios propiedad de su marido, Pedro Mengibar, hasta su jubilación en 1994.