Margarita Robles de Mendoza

Durante la Revolución Mexicana, Robles, como muchas jóvenes de la época, se dedicó a distribuir propaganda.

[1]​ Durante este período, vivió parte del tiempo en Nueva York y otra parte en la Ciudad de México,[6]​[7]​ donde tenía una oficina desde la que dirigió una campaña para educar a las mujeres acerca de sus derechos políticos[8]​ y participó en mítines dando discursos acerca del sufragio.

[12]​ Ese mismo año, Amalia González Caballero de Castillo Ledón la reemplazó como representante de México ante la CIM y Robles se convirtió en tercer canciller del servicio exterior mexicano,[13]​[1]​ con base en el consulado mexicano en Nueva York.

A menudo sus esfuerzos eran vistos por sus compañeros mexicanos como parte de una agenda imperialista con una perspectiva pro Estados Unidos.

Por otra parte, líderes estadounidenses, como Doris Stevens, quien presidió la Comisión Interamericana de Mujeres, se preguntaba si estaba realmente dedicada a «la causa» o buscaba reconocimiento personal.

[15]​ Cuando se jubiló volvió a la Ciudad de México y pasó el tiempo escribiendo hasta su muerte en 1954.