[1][2] En 1947, Mar Samuel recibió noticias de que se habían descubierto algunos textos antiguos.
Los rollos fueron vendidos a Mar Samuel por Kando, un comerciante de antigüedades, quien había obtenido los rollos de beduinos que los hallaron en una cueva cercana al Mar Muerto mientras buscaban una cabra perdida.
Mar Samuel descubrió que el texto de los rollos se encontraba en arameo aunque no pudo descifrarlos.
El religioso recibió entonces una gran cantidad de peticiones para investigar los rollos y el interés de muchas personas por buscar muchos más manuscritos.
En ese año publicó un anuncio en el Wall Street Journal en el que ofrecía los rollos, los cuales vendió al estado de Israel por 250 mil dólares de la época con el fin de obtener fondos que ayudaran a las víctimas de la guerra en Palestina y a que la iglesia siríaca creciera en Norteamérica[2] lo cual no pudo lograr dado que el pago por los manuscritos lo reportó como un ingreso personal y no como una donación, por lo que tuvo que pagar un gran porcentaje de impuestos de esos fondos.