Su hermana Emma (1828 -1910) fue también una auxiliar religiosa del purgatorio que luego mudó su nombre a Madre María de San Ignacio.
Cada día cocinaba una enorme olla de sopa y la repartía entre los más indigentes.
A los 27 años, con permiso del confesor, hizo voto de castidad.
Eugénie Smet considera al purgatorio como una experiencia radical del amor.
Entre las primeras religiosas profesa se encontraba la misma fundadora, que cambiaría su nombre por María de la Providencia.
[3] En 2015, la congregación contaba con unas 545 religiosas y 110 comunidades[2] presentes en Alemania, Austria, Bélgica, Camerún, Canadá, Chad, China, Colombia, El Salvador, España, Estados Unidos, Francia, Hungría, India, Italia, Japón, México, Nicaragua, Reino Unido, Rumanía, Ruanda, Suiza y Taiwán.