Sus padres fueron José Manuel Rivas Núñez y María Asunción Castro Durán, esta última natural de Galicia, España.
Sería descubierta por el productor musical Gerry Weil quien la bautizaría como La Rubia con voz de negra —en alusión a su fuerte rango vocal—.
[4] Se convirtió en una voz líder en el movimiento medioambiental de su país, lo que le ganó amplio reconocimiento.
Desde 2006 Rivas había estado cuatro meses cada año en Tokio (Japón), donde había encontrado reconocimiento por sus actuaciones de jazz estadounidense clásico, latino y brasileño, compartiendo escenarios del verano con el trío Índigo, un ensamble local de jazz en Roppongi (Japón).
En 2013 Rivas celebró su 30.º aniversario como cantautora, con conciertos especiales realizados a lo largo de Venezuela y Estados Unidos.