María Magdalena de la Encarnación

[1]​ Caterina Sordini nació en Porto Santo Stefano, en el seno de familia cristiana y acomodada.

Bajo la dirección espiritual de Giovanni Baldeschi, la nueva abadesa fue dando un tinte particular a la vida monástica, encaminádola hacia la adoración perpetua del Santísimo Sacramento.

Con el consentimiento del papa Pío VII se estableció en Roma y en el antiguo convento de los Carmelitas descalzos de Quattro Fontane fundó el nuevo instituto.

Sus reliquias se veneran en una capilla dedicada a ella, en el monasterio de las Adoratrices Perpetuas del Santísimo Sacramento en Roma.

La Iglesia católica celebra su memoria litúrgica el 29 de noviembre.