María Josefa de los Ángeles Paz y Castillo
[4]No se conserva ninguna imagen que permita saber cuál era su aspecto, sin embargo, Fernando Paz Catillo asegura que en su casa existía un medallón de caoba, en el que estaba pintado su rostro, en el que aparecía con "el cabello peinado en dos trenzas, a la manera española" y "en torno al cuello, una cinta de terciopelo, de la cual pendía una cruz de azabache que le llegaba a la mitad del pecho”.[5] Esto se debió, según Federico Pacanins, a que las normas del convento solo posibilitaron su incorporación al momento del fallecimiento de Sor Úrsula de Santa Gertrudis.[4] Sería en el convento de las carmelitas donde escribiría los dos textos que han sobrevivido: Anhelo y Terremoto.Julio Calcaño recoge el primero en el Parnaso Venezolano, publicado en 1892[6], mientras que el segundo fue incluido en Orígenes de la poesía colonial venezolana, de Mauro Páez Pumar.[5] Recientemente, la obra y vida sor María Josefa de los Ángeles inspiró el monólogo de teatro lírico Ángeles, del dramaturgo y poeta José Tomás Angola Heredia, interpretado por Camila González.