[1] El término de "maquinaria política" se remonta al siglo XIX en los Estados Unidos, donde tales organizaciones (en inglés, political machine) han existido en algunos municipios y estados desde el siglo XVIII.
Los socialdemócratas suecos también han sido llamados, en cierta medida, una "maquinaria política", gracias a su fuerte presencia en las "casas populares.
"[4] Señala que el término generalmente se considera peyorativo, implicando con frecuencia corrupción.
Las maquinarias políticas tuvieron su inicio como organizaciones de base para obtener el patronaje necesario para ganar las elecciones modernas.
[6] A finales del siglo XIX, grandes ciudades en los Estados Unidos—Boston, Chicago, Cleveland, Kansas City, Nueva York, Filadelfia, San Luis, Memphis—fueron acusadas de usar maquinarias políticas.
Tanto beneficios como problemas fueron resultado del dominio de las maquinarias políticas.
[8][9] Este sistema de control político, conocido como "caudillismo", surgió particularmente en la Era Dorada.
Una única figura poderosa (el jefe) estaba en el centro y estaba vinculada a una organización compleja de figuras menores (la maquinaria política) por lazos de reciprocidad en la promoción del interés social y financiero propios.
Sin embargo, Tammany Hall también servía como motor para el chanchullo y la corrupción política, quizás de manera más notoria durante el liderazgo de William M. Tweed (apodado "Boss" o jefe) a mediados del siglo XIX.
A la maquinaria le interesaba mantener solo una cantidad de apoyo mínima para conseguir la victoria.
Todo el patronaje tenía que pasar a través de Farley, incluyendo los nombramientos presidenciales.
La maquinaria del New Deal se vino abajo una vez abandonó la administración durante el tercer mandato en 1940.
[17][18][19][20][21] Las maquinarias políticas son también comunes en reservas indígenas en los Estados Unidos, donde el velo de la soberanía se usa como escudo contra las leyes federales y estatales que van en contra de tal práctica.
[3] En Japón, la palabra jiban (literalmente "base" o "fundamento") es el término que se emplea para designar maquinarias políticas.
Esta práctica perduró hasta la década de 1990, cuando fue abandonada al hacerse menos efectiva.
(although the book existed in an earlier version titled "The New Language of Politics") A partir de la década de 1960, algunos historiadores han revaluado las maquinarias políticas, considerándolas corruptas pero eficientes.
En Mayors and Money (Abogados y Dinero), una comparación de los gobiernos municipales de Chicago y Nueva York, Ester R. Fuchs atribuyó al Partido Demócrata del Condado de Cook el haberle dado al alcalde Richard J. Daley el poder político necesario para oponerse a contratos sindicales que la ciudad no podía pagar así como el de hacer que el gobierno estatal asumiera costos onerosos como asistencia social y tribunales.
En un artículo de mediados de 2016 titulado "How American Politics Went Insane" ("Cómo enloqueció política estadounidense") en la revista The Atlantic, Jonathan Rauch argumentó que las maquinarias políticas del pasado tenían fallas pero brindaban una mejor gobernanza comparadas con sus alternativas.