Debutó en 1974 a los 16 años en Primera División con los Toros del Atlético Español, en donde mostró la calidad, don de mando, inteligencia y clase para comandar la media cancha de los bureles.
Pero en 1977 posterior a una situación de índole disciplinario (se había dejado crecer la barba y el bigote) situación que no le pareció a la directiva del equipo, fue suspendido y finalmente, durante un programa de televisión, patrocinado por una compañía de navajas para afeitar, se quitó las barbas.
Esto fue una afrenta para los directivos y fue suspendido un buen tiempo, siendo enviado a entrenar con las reservas del equipo como sanción disciplinaria y quedando posteriormente libre, siendo fichado por las Chivas Rayadas del Guadalajara en donde jugó una temporada, siendo rescindido por sus problemas de alcoholismo que por poco le cuesta la vida cuando en estado de ebriedad, cayo a una alberca, siendo rescatado.
Posteriormente se fue a Monterrey para jugar con los Tigres de la UANL por una temporada.
Regresó a jugar al centro del país con los Coyotes de Neza, también por una temporada y finalmente en la temporada 1986-87 con los Potros de Hierro del Atlante se retiraría del futbol profesional a los 30 años, derivados por los problemas de adicción al alcohol que hicieron que sus facultades físicas empezaran a disminuir.