Hasta 1949 solo se había desarrollado aproximadamente un 10 % de la zona con los barrios El Pomar, Campo Valdés n.º 2 y Manrique oriental n.º 2; para 1961 el crecimiento de la malla urbana alcanza un 40 % de su territorio en donde se conformaron los barrios La Salle, Manrique Oriental y El Raizal; en 1978 se puede observar una conformación del 65 %, con los barrios Las Granjas y Santa Inés; finalmente hacia 1985 los nuevos desarrollos se dan aislados ocupando áreas vacantes al interior de los barrios ya existentes.
El problema lo resolvieron varios años después, de una manera aparentemente complicada, pero muy rentable.
En total, tenían 300 mil varas cuadradas que costaron 6 centavos cada una, pero que una vez derecidos al público, subieron a 20 centavos la vara Pero el tranvía se fue para siempre en 1951, sobrepasado por las más rápidas —aunque incómodas— líneas de autobuses, en funcionamiento desde 1930.
Aun así, queda mucho todavía de aquel viejo y tradicional barrio.
Algunos lo atribuyen a Manuel J. Álvarez, tal vez porque fue su hermano quien lideró y fundó esta sociedad.
Se dice que Manrique nació con el tranvía; sin lugar a dudas, este medio de transporte dinamizó el desarrollo del barrio, aunque no explica su surgimiento.
En 1928 se adjudicaron casas a obreros en los recién creados barrios de Aranjuez y Manrique.
De otra parte, estas sociedades construyeron el puente que permitió el paso del tranvía en la quebrada La Honda.
En la década de 1940, cuando la presión del tráfico automotor y de los buses urbanos era fuerte en contra del tranvía, y se esgrimía el argumento de que las vías eran angostas y el tranvía obstaculizaba su ampliación, el predesor Brunner anotaba al respecto: «...Ahora, en cuanto al tranvía mismo, no entiendo bien las recriminaciones que se le hacen.
En el año 1940 se construyeron tanques de agua para Manrique y otros barrios.
Morfológicamente tiene pendientes de abruptas a medias, la parte más alta está asentada sobre una roca meteorizada y tiene un registro de eventos por deslizamiento e inundaciones que caracterizan grandes zonas en la parte alta como de altísimo riesgo el cual se incrementa con la contribución antropica por malas prácticas constructivas y asentamientos humanos en zonas declaradas no aptas.
También se resalta en la mitad del altar el gigante Santo Cristo crucificado, hecha en bronce y elaborada por el maestro Jorge Marín Vieco, escultor antioqueño y donada a esta parroquia en 1968.