El manejo de excepciones permite al usuario crear aplicaciones tolerantes a fallas y robustas (resistentes a errores) para controlar estas excepciones y que pueda seguir ejecutándose el programa sin verse afectado por el problema.
En lenguaje Java estas excepciones pueden manejarse con las clases que extienden el paquete Throwable de manera directa o indirecta,[2] pero existen diversos tipos de excepciones y formas para manejarlas.
Este manejo está diseñado para procesar errores que ocurren cuando se ejecuta una instrucción, algunos ejemplos son: desbordamiento aritmético, división entre cero, parámetros inválidos de método y asignación fallida en la memoria.
Por eso el programador debe pensar en los problemas que pueden ocurrir cuando se llama a un método y definir excepciones para verificarse cuando sean importantes.
Son importantes porque gracias a ellas se pueden detectar posibles fallas en el programa y corregirlas.
Las pos condiciones describen las restricciones en el entorno y cualquier efecto secundario del método.