El Mandao (apócope de la palabra mandado), también conocido Huilco, Huelco o Diucón, es una criatura diurna perteneciente a la mitología chilota.
Al ser conocida igualmente con los nombres de Diucón o Huilco, esta leyenda se habría inspirado en el ave llamada Diucón de Chiloé.
La leyenda cuenta que el Mandao, al igual que el Raiquén, Coo o Deñ, son aves relacionadas estrechamente con los Brujos de Chiloé.
Entre estas aves, el Mandao sería escogido como un ayudante diurno de los brujos.
Así, el brujo escogería a un Diucón de Chiloé para que el actúe a su servicio como el temido Mandao, y ser utilizado por los brujos como su mensajero o espía; para observar a las personas o para anunciar un dictamen o mandato de la brujería.