En 1534, Mahmud III recibió un nuevo emisario portugués en la corte de Malí llamado Peros Fernandes.
[3] Sin embargo, Malí no recibió ninguna ayuda y vio caer sus posesiones una tras otra.
[5] El momento más decisivo del reinado de Mahmud III fue el conflicto final entre Malí y los songhai en 1545.
En una semana, se reagrupó con sus fuerzas y lanzó un exitoso contraataque, expulsando definitivamente a los songhai de Manden.
Tras liberar la capital, Mahmud III la abandonó para trasladarse a una nueva residencia más al norte.