[1] En su honor, la Asociación Nacional de Periodistas Mexicanas creó la Medalla Magdalena Mondragón que condecora a periodistas con una destacada trayectoria ininterrumpida así como personajes de la cultura.
De regreso a su ciudad natal, realizó una carrera comercial –secretaria parlamentaria y contadora privada–, en la escuela Don Teodoro Verástegui.
[3] Al trasladarse a la Ciudad de México de forma permanente en 1935, comenzó su colaboración en el periódico La Prensa en la nota policiaca, convirtiéndose en la primera mujer periodista en ese rubro; colaboró en dicha publicación por treinta años.
En 1950, asumió la dirección del periódico capitalino La Prensa Gráfica, lo que la convirtió en pionera en este ámbito.
[5] Su obra ha sido interpretada desde el lente feminista, desde el cual se ha celebrado su re-imaginación de símbolos con cargas misóginas como Eva o la sirena en obras de teatro como La sirena que llevaba el mar o El mundo perdido.