En la atribuida tabla de la Virgen entronizada del Museo Soumaya el maestro anónimo representa a la Virgen dentro de una mandorla dorada a la manera bizantina, aspecto característico de la tradición medieval; las figuras son frontales, planas y hieráticas.
[4] La cabeza de la Madona está ligeramente inclinada, su figura es monumental, por otra parte el Niño, quien se encuentra sentado sobre el regazo de su Madre, mira hacia ella para establecer una relación íntima.
El maestro de la Misericordia representó en una composición triangular la escena principal y le confirió cierta espiritualidad.
El artista integró a dos ángeles musicales en la parte inferior para complementar el suceso.
En el banco del retablo se admira a Cristo como Varón de Dolores, considerado en la designación bíblica como prefiguración del Mesías, y a los lados, María con Juan Evangelista, y dos vírgenes mártires.