[1][2] Tiene su sede en Chicago y es la duodécima fundación privada más grande de los Estados Unidos.
[6] El programa MacArthur Fellows[7] otorga anualmente subvenciones sin compromiso de 625 000 dólares a unas dos docenas de personas creativas en diversos campos[8] "que han demostrado una extraordinaria originalidad y dedicación en sus búsquedas creativas".
Su abogado, William T. Kirby, y Paul Doolen, su director financiero, sugirieron que la familia creara una fundación.
[11] MacArthur no detalló parámetros específicos sobre cómo se gastaría su dinero después de su muerte.
MacArthur le dijo a la junta directiva de la Fundación: "Descubrí cómo ganar dinero.
Dejó el puesto más tarde ese mismo año cuando le diagnosticaron cáncer de páncreas.
[30] Según la Fundación, la beca no es una recompensa por logros pasados, sino una inversión en la originalidad y el potencial de una persona.
Los becario MacArthur reciben 625 000 dólares cada uno, que se pagan en cuotas trimestrales durante cinco años.
La subvención se destinó a la educación de los niños refugiados del Medio Oriente.