El Método Cartesiano, creado por René Descartes,[1] consiste en el escepticismo metodológico - se duda de cada idea que puede ser dudada.
Descartes establece la duda: solo se puede decir que la existencia de todo lo que existe es por medio de todo lo que puede ser probado ("Solo tenemos acceso a nuestra mente.").
El propio Descartes consiguió demostrar la existencia de su propio yo (que duda, por lo tanto, es sujeto de algo - cogito ergo sum: pienso, luego existo), considerando el acto de dudar como indudable.
Asimismo, el método consiste en realizar cuatro tareas básicas: [2] verificar si existen evidencias reales e indudables acerca del fenómeno o cosa estudiada; dividir al máximo esas cosas en sus unidades de composición, fundamentales; analizar o estudiar esas cosas por más simples que aparecen; sintetizar, o sea, agrupar nuevamente las unidades estudiadas en su conjunto real; y enumerar todas las conclusiones y principios utilizados, a fin de mantener el orden del pensamiento.
La contribución de Descartes, con su nueva metodología, fue de extrema importancia para la constante búsqueda del conocimiento "verdadero" a partir de las ciencias.