Fue desarrollada en Gran Bretaña en el siglo XVIII por Richard Arkwright y John Kay.
Los mecanismos habían aumentado la producción de hilo de manera tan drástica, que hacia 1830 la industria artesanal del hilo en Inglaterra ya no podía competir, y todas las hilaturas se realizaban en fábricas y comercios.
[1] Richard Arkwright empleó a John Kay para producir una nueva máquina de hilar, en la que Kay había trabajado (o posiblemente, había robado a otro inventor, llamado Thomas Highs).
El bastidor empleaba los rodillos de tracción inventados por Lewis Paul para estirar o atenuar el trenzado del hilo.
Los bastidores implicaban realizar inversiones importantes, pero no requerían mucha habilidad a sus operarios.