Los lunamotos o lunomotos son movimientos sísmicos lunares que se generan a una profundidad de entre 600 y 1000 kilómetros, y su número ronda los 3000 al año.
Los sismómetros lunares, dejados por las misiones Apolo, han registrado señales que muestran impactos meteóritos del orden de 70 a 150 al año, con unas masas variables entre los 100 gramos hasta la tonelada de peso.
Los lunamotos artificiales o inducidos, han sido causados por el hombre en su estudio del origen y génesis lunar.
Los naturales son aquellos producidos por la propia geología lunar, causados por el reacomodamiento interno de la Luna debido a que la órbita de esta no es un círculo perfecto, ya que presenta una excentricidad, distinguiéndose los profundos, generados por las mareas, y los superficiales cuyo origen es la expansión y contracción de las rocas superficiales producidas por el calentamiento del Sol.
Los lunamotos tienen una magnitud máxima de 5 en la escala Richter y de esta clase solamente ocurren una vez al año aproximadamente.