Su linaje también atado a las familias nobles de Francia ligadas al reino anterior.
Chauvance buscó el consejo de su director espiritual, el padre Gaume, y decidió no unirse a las Carmelitas como pretendía, sino continuar el trabajo que ella y su difunta tía comenzaron.
Fue en 1848 que fundó un centro de catequesis y un orfanato para niños.
El proceso de beatificación comenzó en Moulins en un proceso informativo que se había asignado para recopilar toda la evidencia disponible sobre su vida y las razones que atestiguaran su santidad.
Esto aseguraría que la causa se mostraría creíble y sería capaz de defender su posible santidad.
También permitió que se llevara a cabo un proceso apostólico en Moulins.