A los 12 años acompañaba a su padre a matrimonios donde tocaba el clarinete , pero al ver que no lo motivaba mucho este instrumento se inclinó por la pintura y armaba con palos algo similar a un saxofón con lo que hacía música.
Su padre al ver el interés de su hijo y además que solía dibujar saxofones, lo matriculó en la academia Santa Cecilia que pertenecía a la Sociedad Filantrópica del Guayas, donde por cuestiones de trabajo se mantuvo hasta el tercer año.
A los 13 tomó clases con el maestro Bolívar Claverol y a los 15 tocó en la orquesta Costa Rica Swing Boys, y después de alquilar saxofones para sus presentaciones, logra comprar su primer saxofón e integró las orquestas de Blacio Jr.
También fue "lagartero", nombre con el que se los denominaba a los músicos que paraban en las calles Quito y Clemente Ballén de Guayaquil, alquilando sus servicios musicales para serenatas.
[3] En 2012, el gobierno de la República del Ecuador le otorgó el Premio Nacional “Eugenio Espejo”, en reconocimiento a sus ”creaciones, realizaciones o actividades a favor de la cultura o de las artes”.