Gustavo está casado con Angelina, que en su condición de inválida tiraniza dulcemente a toda la familia.
Angelina por su parte se mortifica al ver que Gustavo en varias ocasiones defiende a Lucecita.
Ella nunca quiso darle un hijo a Gustavo para no estropear su belleza ni crearse molestias.
Cuando aquel sentimiento se hace demasiado evidente a los dos tratan de huir el uno del otro.
Cuando se encuentran ya no tienen fuerzas para resistir aquel amor que los domina y en un instante de locura Gustavo hace suya a Lucecita.
Doña María como buena abuela le regala a Lucecita un precioso vestido que le ha comprado para la velada de esa noche unas horas después y ante la mirada atónita de todos aparece Lucecita convertida en una auténtica princesa.
Pasa el tiempo y Gustavo gracias a la intervención del doctor que en su día atendió a Angelina se entera de que su esposa jamás estuvo embarazada y decidido hablar con las autoridades eclesiásticas para pedir la nulidad de su matrimonio.
Por su parte Miguel a instancias de Angelina consiente un matrimonio entre Lucecita y Sergio.
El día de la boda, Álvaro le revela a Gustavo que en ese instante Lucecita está cansándose.
Graciela trata de convencer a Miguel que Angelina es su hija, pero el hombre no le cree.
Angelina no está dispuesta a seguir siendo humillada, con la llegada del amanecer se levanta bien temprano y toma un enorme cuchillo de la cocina.
Angelina decidida a seguir con su plan, se dirige hasta el dormitorio de Lucecita, abre la puerta con mucho sigilo y allí encuentra que todos sus familiares se han reunido para proteger a la muchacha.
Doña María cae enferma y Mirta la deja en un hospital, allí la buena mujer al borde de la muerte logra comunicarle a su nieta que su esposo e hija están bien y les dice el lugar en que se encuentran.
Gustavo sigue sin recordar, una noche Mirta ya no aguanta más y se mete en la cama de Gustavo que no duda en abandonarse a la pasión junto a esa bella y malévola mujer.
Lucecita busca trabajo en una casa, allí ve a Gustavo y se desmaya de la impresión.
Gustavo se entera de que Lucecita ya ha estado casada y no puede tolerarlo.
Mirta tiene una pelea con Lucecita, luego inventa un desmayo y el falso médico que siempre está con ella diagnostica una enfermedad del corazón producida por el disgusto, Gustavo esta vez no tiene compasión y despide a Lucecita.
Mirta es descubierta, en tanto que Gustavo ya puede recordar todo su pasado y busca a su esposa Lucecita para jurarle su amor eterno.