De ideas republicanas moderadas, en esta localidad toma contacto con la realidad del mundo obrero.
Cuando el 27 de octubre el mariscal Bazaine se rinde a los prusianos y 170 000 hombres del ejército francés son hechos prisioneros, Rossel logra escapar a Bélgica donde escribe a principios de noviembre un artículo en el que denuncia «la más vergonzosa capitulación que la historia militar haya registrado jamás».
Como ha señalado Michel Winock, Rossel «no comprende la naturaleza de esta revolución parisina.
Él sigue siendo un soldado; los federados, por su parte, son unos revolucionarios, refractarios al mando central».
Al obtener solo la mitad de los hombres que pide para recuperarlo presenta su dimisión.
De nada sirvió la campaña lanzada en su favor, en la que participó el escritor Victor Hugo.