Después de trabajar en varios estudios en esa ciudad, fundó el suyo propio en 1935.
Cuatro años más tarde su familia emigró a los Estados Unidos, temiendo que su padre fuera reclutado por el ejército durante la guerra ruso-japonesa.
Reinterpretó el estilo internacional de forma poco convencional, inspirándose a menudo en la arquitectura antigua.
En él participaron renombrados arquitectos como B.V.Doshi, Frank Gehry, Philip Johnson, I. M. Pei, y Robert Stern, pero también muestra sus complejas relaciones familiares, así como las inusuales circunstancias de su muerte.
No tenía ningún parentesco con su colega y compatriota, el arquitecto de Detroit Albert Kahn.
A sus edificios monumentales y atemporales les incorpora una «construcción reflexiva de los espacios» —como él mismo definió su trabajo—.
No son necesarios ni el material más exquisito ni la tecnología más avanzada…» A partir de los años 50, Louis Kahn explorará un nuevo tipo de espacio en el que la materia, la estructura y la luz están íntimamente relacionados y son los elementos para crear un espacio humanizado.
En su proceso de proyecto sigue una secuencia en la que la materia crea el muro que va disolviéndose en columnas entre las cuales se introduce la luz para hacer del espacio interior un mundo habitable y, por ende, humano.