También está enlazada por carretera, transitable todo el año, con las ciudades de Ahmedabad, a 85 km, Bhavnagar, Rajkot y Dholka.
Los hallazgos principales son el propio montículo con restos arqueológicos, la ciudadela, la plaza del mercado y el muelle.
En fecha tan reciente como 1850, las embarcaciones podían navegar hasta la colina, y en 1942 se transportaba madera en embarcaciones por los canales que rodean la colina con restos arqueológicos, desde Bharuch hasta Saragwala.
Lothal está a 270 kilómetros de Mohenjodaro, ciudad que se encuentra en Sind.
[4] Sin embargo, la ASI y otros arqueólogos contemporáneos afirman que la ciudad estuvo integrada en una gran ruta comercial de tipo fluvial mantenida por los antiguos pueblos del territorio comprendido entre Sind y Saurashtra en Guyarat.
En el yacimiento de Lothal se diferencian claramente dos sub períodos, los elementos descubiertos pertenecientes al comprendido entre el 2400 y el 1900 a. C. coinciden fielmente con la exuberante cultura de Harappa y Mohenjodaro.
Después de que el núcleo central de la civilización del valle del Indo en Mohenjodaro y Harappa entrasen en declive, Lothal aun permaneció próspera durante muchos años.
[6] Lothal se construyó sobre un montículo existente en una zona de marismas inundadas por las mareas.
La ciudad baja se subdividía en dos sectores, al norte y al sur de la calle comercial principal, flanqueada por las tiendas de los mercaderes ricos, los más ordinarios y los artesanos.
Dada su proximidad a la ciudadela, los gobernantes, de este modo podían supervisar simultáneamente la actividad en el muelle y en el almacén.
[9] Había un importante edificio público frente al almacén cuya estructura ha desaparecido completamente.
[11] El comercio y las tareas administrativas se realizaban con arreglo a las normas establecidas.
[12] Una extensa red de rutas comerciales proporcionó gran prosperidad a los habitantes de Lothal, esta red se extendía a hasta Egipto, Baréin y Sumeria.
[13] Mientras continúa el amplio debate sobre el final de la Civilización del valle del Indo, los indicios arqueológicos recogidos por el ASI, parecen apuntar a las catástrofes naturales, especialmente las inundaciones y las tormentas como la causa que provocó la desaparición de Lothal.
La acrópolis y la residencia del gobernante fueron arrasadas (2000-1900 a. C.), así como las viviendas recientemente construidas por los comerciantes.
Lo más dañino para la ciudad fue el cambio en el curso del río, que cortó el acceso de los barcos al muelle.
El gran almacén dañado nunca fue reparado correctamente, y las mercancías se guardaban protegidas tan solo por marquesinas de madera, lo que las dejaba expuestas a las inundaciones y los incendios.
Las empresas independientes se hicieron con el control, centralizando todo el proceso de forma que se organizaron centros fabriles donde cientos de artesanos trabajaban para el mismo proveedor y financiador.
La fábrica contaba con diez salas y un gran patio de trabajo.
El taller del cobre disponía de cinco hornos y la infraestructura necesaria para que muchos artesanos trabajasen simultáneamente.
El aumento de la salinidad del suelo hizo imposibles los cultivos y la vida.
Las pocas personas que regresaron a Lothal no pudieron reparar y reconstruir su ciudad, pero sorprendentemente siguieron viviendo allí en chozas de caña pobremente construidas y manteniendo sus tradiciones religiosas.
[17] A este pueblo se le han atribuido cientos de asentamientos mal equipados y se les ha denominado como cultura de Harappa tardía, caracterizada por su nula urbanización, la universalización del analfabetismo, una economía sin diversificar, una administración muy simple y una gran pobreza.
En Lothal resurgió la industria de la cerámica tipo Harappa, cuencos, platos y jarros fueron producidos en masa.