Los otros dioses

Al llegar, Barzai se adelanta y ve a los dioses de la Tierra.

[2]​ Atal, al escuchar esto, huye, y nunca se vuelve a saber de Barzai.

Donde estaba, ahora hay un “símbolo curioso y ciclópeo de cincuenta codos de ancho grabado en la piedra desnuda, como si la roca hubiera sido hendida por algún cincel titánico”[2]​.

Este cuento se puede vincular con Los gatos de Ulthar (1920) y a La búsqueda en sueños de la ignota Kadath (1927) ya que las ubicaciones Ulthar y Kadath son mencionadas en el relato, además de que Atal es mencionado en los tres cuentos.

También existe una relación con Polaris (1920) por medio de los Manuscritos Pnakóticos, que fueron introducidos en esa historia.