El cuadro fue donado al museo en 1875 por Jacques Bernard.
[1] La obra presenta, sobre un fondo negro, a cuatro personajes – tres hombres y una mujer – en torno a una mesita sobre la cual hay un plato con un requesón (en italiano, ricotta) que comparten.
Los protagonistas ríen con ganas, los dientes visibles, y su pertenencia a las clases bajas es clara por sus ropas humildes, expresiones campechanas y actitud nada refinada.
Cada uno de ellos tiene un gesto que traduce un momento específico de la consumición del alimento: el hombre de la izquierda, con una gorra roja sobre la cabeza y manteniendo una cuchara grande de madera llena en su mano izquierda, aparece con la boca llena; junto a él, un poco atrás, otro hombre se apresta a engullir el bocado mientras se agarra, con la mano derecha, al hombro de su compañero a la derecha; el tercer hombre, con perilla, adelanta su mano hacia el requesón para tomar un trozo; finalmente, la mujer, con un vestido verde muy escotado y un collar de cuentas rojas, y mirando al espectador, mantiene la cuchara en su mano derecha, aun sin servirse.
Observando con atención, se aprecia que el queso, ahuecado por los golpes de cuchara y con una mosca posada sobre él, parece una calavera.